El Sindrome de Down
lunes, 3 de junio de 2013
acatlan.capacitacion2013: EXPOSICIONES Y TEMAS
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martes, 19 de marzo de 2013
Estimulación de 3 a 6 meses
ESTIMULACIÓN DE LAS FUNCIONES MANUALES. COMO ESTIMULAR
Use una sonaja o juguete sonoro pequeño y colóquelo en las manos del niño, ayúdelo a sacudir el juguete de manera que pueda oírlo.
- Sostenga un juguete sonoro de colores brillantes y muévalo cerca de las manos del niño, haga ruido para atraer su atención, estimúlelo a cogerlo, guíe en caso necesario las manos del niño hacia el juguete, gradualmente reduzca la ayuda para tratar de que lo alcance por su cuenta.
- Cuando tenga el juguete en sus manos deje que lo examine , que juegue con él, permita incluso que se lo lleve a la boca.
- Ayude al niño guiándole la mano a tocar diferentes partes de su cuerpo, (boca, nariz).
- Ayúdelo a dar palmadas con sus manos frente a su cara.
- Coloque las manos del niño alrededor del pomo de la leche cuando lo alimenta, o sobre su pecho. - Suministre al niño objetos de diferentes consistencias y estimúlelo a tocarlos.
- Sitúe un aro de goma al alcance del niño, ayúdelo a cogerlo y llevárselo a la boca.
- Use juguetes de goma que hagan sonido de chiflido, coloque las manos del niño alrededor del juguete y estimúlelo a obtener el sonido, bríndele ayuda en caso necesario.
- Ponga al alcance del niño un juguete que se mueva o se balancée, estimule al niño a moverlo.
EJERCICIOS PARA EL TRONCO. COMO ESTIMULAR
-Coloque al niño sobre una superficie dura, boca abajo, apoyado en sus antebrazos, colóquese por detrás y llame su atención con un juguete preferido para tratar de que gire el tronco hacia usted.
-En la misma posición sitúe un juguete frente a él, para que realice la extensión del cuello y los brazos tratando de alcanzarlo. En esa posición, situándose por detrás y tomándolo por los hombros, estimule la extensión del trono.
- Siente al niño sobre sus piernas, sosténgalo firmemente y desplácelo hacia delante y hacia atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha, realice la actividad como un juego acompañándose de una tonada infantil.
- Coloque al niño acostado, de espalda, sobre una superficie dura, sosteniendo entre sus piernas las del bebé, tomándolo por las manos, trate de que se siente, bríndele ayuda en caso necesario y reduzca progresivamente la ayuda.
- El bebé acostado boca abajo, con las piernas fuera del borde de la mesa, estimule los glúteos para lograr que extienda las piernas.
- Con una mano sostenga al bebé por el abdomen, con la otra mano estimule la columna para lograr que extienda el tronco.
- Con el bebé sostenido en posición de sentado, realice movimientos de flexión de tronco.
DARSE VUELTAS EN LA CAMA. COMO ESTIMULAR
-Coloque al niño sobre una superficie dura, boca arriba, con los brazos al lado del cuerpo, tómelo por un brazo y tire de él para estimularlo a darse vueltas.
- Con el niño acostado boca arriba, tómelo por la cabeza y gire suavemente la misma hacia un lado, brinde ayuda en caso necesario para que el cuerpo siga el movimiento de la cabeza y el niño dé la vuelta.
- Con el niño en la posición de boca arriba, tomándolo por las piernas, cruce una por encima de la otra y gire esta última para que dé la vuelta.
COMO PREMIAR LOS RESULTADOS. COMO ESTIMULAR
Siempre premie el esfuerzo para realizar una actividad con una sonrisa, una caricia, una palmada, una palabra de cariño.
- Mientras estimule la respuesta motora, háblele en tono dulce y afectuoso, puede emplear una voz de mando firme pero agradable, recuerde que el niño en esta etapa responde sobre todo a los tonos de la voz. - Ayúdelo siempre que sea necesario, pero gradualmente suprima la ayuda a medida que el niño sea capaz de hacer más por sí mismo.
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- Sostenga un juguete sonoro de colores brillantes y muévalo cerca de las manos del niño, haga ruido para atraer su atención, estimúlelo a cogerlo, guíe en caso necesario las manos del niño hacia el juguete, gradualmente reduzca la ayuda para tratar de que lo alcance por su cuenta.
- Cuando tenga el juguete en sus manos deje que lo examine , que juegue con él, permita incluso que se lo lleve a la boca.
- Ayude al niño guiándole la mano a tocar diferentes partes de su cuerpo, (boca, nariz).
- Ayúdelo a dar palmadas con sus manos frente a su cara.
- Coloque las manos del niño alrededor del pomo de la leche cuando lo alimenta, o sobre su pecho. - Suministre al niño objetos de diferentes consistencias y estimúlelo a tocarlos.
- Sitúe un aro de goma al alcance del niño, ayúdelo a cogerlo y llevárselo a la boca.
- Use juguetes de goma que hagan sonido de chiflido, coloque las manos del niño alrededor del juguete y estimúlelo a obtener el sonido, bríndele ayuda en caso necesario.
- Ponga al alcance del niño un juguete que se mueva o se balancée, estimule al niño a moverlo.
EJERCICIOS PARA EL TRONCO. COMO ESTIMULAR
-Coloque al niño sobre una superficie dura, boca abajo, apoyado en sus antebrazos, colóquese por detrás y llame su atención con un juguete preferido para tratar de que gire el tronco hacia usted.
-En la misma posición sitúe un juguete frente a él, para que realice la extensión del cuello y los brazos tratando de alcanzarlo. En esa posición, situándose por detrás y tomándolo por los hombros, estimule la extensión del trono.
- Siente al niño sobre sus piernas, sosténgalo firmemente y desplácelo hacia delante y hacia atrás, hacia la izquierda y hacia la derecha, realice la actividad como un juego acompañándose de una tonada infantil.
- Coloque al niño acostado, de espalda, sobre una superficie dura, sosteniendo entre sus piernas las del bebé, tomándolo por las manos, trate de que se siente, bríndele ayuda en caso necesario y reduzca progresivamente la ayuda.
- El bebé acostado boca abajo, con las piernas fuera del borde de la mesa, estimule los glúteos para lograr que extienda las piernas.
- Con una mano sostenga al bebé por el abdomen, con la otra mano estimule la columna para lograr que extienda el tronco.
- Con el bebé sostenido en posición de sentado, realice movimientos de flexión de tronco.
-Coloque al niño sobre una superficie dura, boca arriba, con los brazos al lado del cuerpo, tómelo por un brazo y tire de él para estimularlo a darse vueltas.
- Con el niño acostado boca arriba, tómelo por la cabeza y gire suavemente la misma hacia un lado, brinde ayuda en caso necesario para que el cuerpo siga el movimiento de la cabeza y el niño dé la vuelta.
- Con el niño en la posición de boca arriba, tomándolo por las piernas, cruce una por encima de la otra y gire esta última para que dé la vuelta.
COMO PREMIAR LOS RESULTADOS. COMO ESTIMULAR
Siempre premie el esfuerzo para realizar una actividad con una sonrisa, una caricia, una palmada, una palabra de cariño.
- Mientras estimule la respuesta motora, háblele en tono dulce y afectuoso, puede emplear una voz de mando firme pero agradable, recuerde que el niño en esta etapa responde sobre todo a los tonos de la voz. - Ayúdelo siempre que sea necesario, pero gradualmente suprima la ayuda a medida que el niño sea capaz de hacer más por sí mismo.
miércoles, 28 de noviembre de 2012
Actividades para estimular al bebé con Síndrome Down de 0 á 3 meses
La hipotonía es una
característica presente en las personas con síndrome Down. El bajo tono
muscular lo afecta en su coordinación motora gruesa (todos los movimientos
coordinados de brazos, piernas, tronco, cabeza), y coordinación motora fina
(habilidades manipulativas). Aunque es recomendable llevar al bebé con SD a un
Programa de Intervención Temprana, los padres también deben continuar
estimulándolo en casa. Para ello, nos proponemos orientarlos con las siguientes
actividades para:
Estimular los reflejos.
Lograr movimientos del
cuerpo.
Control de la cabeza.
Estimulación vestibular.
Los reflejos en el bebé Down suelen ser débiles o ausentes, es necesario estimularlos para conseguir futuras conductas de respuesta. Puedes estimular los reflejos del bebé así:
Salto y marcha
Coja al bebé por las axilas, hacer que sus pies rocen la superficie de una mesa.
El niño levantará sus pies,
como saltando. Luego “haga como que avanza”, para que el bebe logre mover sus
pies, como si caminara.
Reptar
Puede colocar al bebé boca abajo, hacerle cosquillitas a los pies, para que el logre mover sus piernas como si estuviese nadando.
Reflejos de succión y búsqueda
Aprovechando la hora de lactar, roce la tetina del biberón o el pezón en la mejilla del bebé, para que el intente girar la cabeza y succionar. En otras ocasiones, puede estimular al bebé rozando con su dedo en las comisuras de sus labios, para que el niño “reconozca” lo que es alimento de lo que no.
Fuente:http://www.taringa.net/posts/info/14912535/Tienes-un-hijo-con-sindrome-de-Down-entra___.html
¿CÓMO AFECTA EL SD AL APRENDIZAJE DE UN NIÑO?
El síndrome de Down afecta a la capacidad de aprendizaje de
los niños de muchas formas diferentes, pero la mayoría de ellos tienen una
deficiencia mental de leve a moderada. Los niños con síndrome de Down aprenden,
y son capaces de desarrollar habilidades y destrezas a lo largo de la vida. Lo
único que ocurre es que alcanzan los distintos hitos evolutivos a un ritmo
diferente, por eso es importante no comparar a un niño con síndrome de Down con
otros hermanos que siguen pautas evolutivas normales ni tampoco con otros niños
que padecen el mismo síndrome.
Los niños con síndrome de Down tienen un amplio abanico de
capacidades, y no hay forma de saber en el momento del nacimiento de qué serán
capaces conforme vayan creciendo. A su vez este aprendizaje continuó estará
mediado por las personas que se encuentran a su alrededor, en este caso los
seres más cercanos son la familia, que es la convivencia esencial para que los
niños aprendan cómo comportarse en sociedad, y condicionado por aquellas
motivaciones que lo llevan a un aprendizaje significativo.
Para tener un ejemplo más claro de cómo el niño puede
aprender por diversas vías, se desglosará a continuación los Paradigmas en
Psicología de la Educación que ayudaran a comprender cómo se aprende.
CUADRO
COMPARATIVO
PARADIGMA
|
PROBLEMÁTICA
|
FUNDAMENTOS
EPISTEMOLÓGICOS
|
SUPUESTOS TEÓRICOS
|
PRESCRIPCIONES
METODOLÓGICAS
|
COGNITIVO
(Brunner)
|
Estudio de las
representaciones mentales (significados y sentidos)
|
Influjo racionalista
S O
|
Procesamiento de la
información. Representación del conocimiento.
|
Inferencia de los procesos
y representaciones inobservables.
|
PSICOGENÉTICO
(Piaget)
|
Enfoque epistémico
|
Constructivismo
psicogenético
S O
|
Teoría de los estadios y
la teoría de la equilibración
|
Clínico -crítico
|
SOCIOCULTURAL
(Vigotski)
|
Estudio sociocultural de
la conciencia
|
Mediación instrumental de
la conciencia
S O
|
Diversidad de análisis de
experimentación
|
Recursos
que pueden ayudar
Si usted tiene un hijo a quien le han diagnosticado síndrome
de Down, es posible que, al recibir la noticia, le dominen los sentimientos de
pérdida, culpa y miedo. El hecho de hablar con otros padres de niños con
síndrome de Down tal vez le ayude a superar la conmoción y la tristeza del
principio y a encontrar formas de mirar hacia el futuro. Muchos padres
comprueban que, si se informan al máximo sobre el síndrome de Down, consiguen mitigar
algunos de sus miedos.
Poco después de ser confirmado el diagnóstico del síndrome de
Down, los padres deben ser dirigidos a un programa de desarrollo infantil e
intervención temprana. Estos programas proveen a los padres instrucción
especial con el fin de que ellos aprendan la mejor forma de enseñar a su niño
el lenguaje, medios de aprendizaje, formas de ayudarse a sí mismos, formas de
comportamiento social, y ejercicios especiales para el desarrollo motriz.
Como dice el sitio Family Doctor:
En muchas formas importantes los niños que tienen síndrome de
Down son muy parecidos a los demás niños. Tienen los mismos temperamentos y
emociones, les gusta aprender cosas nuevas, jugar y disfrutar la vida. Usted
puede ayudar a su niño proporcionándole tantas oportunidades como sea posible
para que él o ella haga estas cosas. Léale a su niño y juegue con él o ella tal
y como lo haría con cualquier otro niño. Ayude a que su niño tenga experiencias
positivas con personas nuevas y en lugares nuevos.
Los estudios han demostrado que mientras mayor la
estimulación durante las primeras etapas del desarrollo del niño, es mayor la
probabilidad de que el niño llegue a desarrollarse dentro de las máximas
posibilidades.
Se ha comprobado que la educación continúa, la actitud positiva
del público, y un ambiente estimulante dentro del hogar toman parte en promover
el desarrollo completo del niño.
¿CÓMO AFECTA A UN NIÑO EL SD?
Los niños con síndrome de Down tienden a compartir ciertos
rasgos físicos, como perfil facial plano, ojos achinados, orejas pequeñas, protrusión
lingual, cabecita redonda, nariz pequeña y chata, manos y pies anchos con dedos
cortos y gruesos y las manitas pequeñas y dedo meñique corto e incurvado y
pliegue transversal marcado en la palma.
El bajo tono muscular (médicamente conocido como hipotonía)
también es propio de los niños con síndrome de Down, sobre todo de los bebés,
que son muy flácidos. Aunque es algo que puede y suele mejorar con el tiempo,
la mayoría de los niños con síndrome de Down alcanzan los hitos evolutivos en
el plano de la motricidad (como sentarse, gatear y caminar) más tarde que los
demás niños.
Además de un distintivo aspecto físico, los niños con
síndrome de Down frecuentemente experimentan problemas relacionados a la salud.
Por causa de la baja resistencia, estos niños son más propensos a los problemas
respiratorios. Los problemas visuales, tales como los ojos cruzados y la
miopía, son comunes en los niños con síndrome de Down, al igual que la
deficiencia del habla y del oído.
Aproximadamente una tercera parte de los bebés que tienen
síndrome de Down tienen además defectos en el corazón, la mayoría de los cuales
pueden ser corregidos.
Algunos individuos nacen con problemas gastrointestinales que
también pueden ser corregidos, por medio de la intervención quirúrgica. También
pueden tener una condición conocida como Dislocación Atlantoaxoidea, una
desalineación de las primeras dos vértebras del cuello. Esta condición causa
que estos individuos sean más propensos a las heridas si participan en actividades
durante los cuales pueden extender demasiado o encorvar el cuello. A los padres
se les pide una examinación médica al respecto, para determinar si al niño se
le debe prohibir los deportes y actividades que puedan dañar el cuello. A pesar
de que esta desalineación puede ser una condición seria, un diagnóstico
correcto podría ayudar en la prevención de las heridas serias.
En muchos casos los niños con síndrome de Down son propensos
a subir de peso con el tiempo. Además de las implicaciones sociales, este
aumento de peso amenaza la salud y longevidad de estos individuos. Una dieta
controlada y un programa de ejercicio podrían presentar una solución a este
problema.
Al nacer, los niños con síndrome de Down suelen tener una
estatura promedio, pero tienden a crecer a un ritmo más lento y acaban siendo
más bajos que los demás niños de su edad. En los lactantes, su escaso tono
muscular puede contribuir a que tengan problemas de succión y alimentación, así
como estreñimiento y otros trastornos digestivos. Lo niños pueden presentar
retrasos en la adquisición del habla y de las habilidades básicas para cuidar
de sí mismos, como comer, vestirse y aprender a usar el baño.
Mientras que algunos niños con síndrome de Down no tienen
problemas de salud de importancia, otros tienen una gran cantidad de problemas
médicos que requieren cuidados adicionales. Por ejemplo, casi la mitad de los
niños que nacen con síndrome de Down presentan cardiopatías congénitas.
Los niños con síndrome de Down también son más proclives a desarrollar
hipertensión pulmonar, una afección grave que puede conllevar daños pulmonares
de carácter irreversible. Por este motivo, todos los bebés que tienen el
síndrome de Down deben ser evaluados por un cardiólogo pediátrico.
Aproximadamente la mitad de los niños con síndrome de Down
también tienen problemas visuales o auditivos. Las deficiencias auditivas
pueden obedecer a la acumulación líquido en el oído interno o a la existencia
de problemas estructurales en el mismo oído. Los problemas visuales suelen
incluir el estrabismo (o bizquera), la miopía, la hipermetropía y las
cataratas.
Es preciso llevar con regularidad a los niños con síndrome de
Down al otorrinolaringólogo (médico especializado en el oído, la nariz y la
garganta), el audiólogo y el oftalmólogo para que les hagan revisiones
periódicas a fin de detectar y corregir cualquier problema antes de que afecte
a sus habilidades lingüísticas y de aprendizaje.
Otras afecciones médicas que afectan más a menudo a los niños
que tienen el síndrome de Down son los problemas tiroideos, las anomalías
intestinales, los trastornos convulsivos, los problemas respiratorios, la
obesidad, las infecciones y la leucemia infantil. A veces, los niños con
síndrome de Down presentan trastornos en la parte superior del cuello que deben
ser evaluadas por un médico (estos trastornos se pueden detectar mediante
radiografías de la columna cervical). Afortunadamente,
muchas de estas afecciones tienen tratamiento.
DIAGNÓSTICO PRENATAL
Hay dos tipos de pruebas prenatales que se utilizan para
detectar el síndrome de Down en un feto: las pruebas de cribado y las pruebas
diagnósticas. Las pruebas de cribado estiman el riesgo de que un feto tenga el
síndrome de Down; las pruebas diagnósticas permiten afirmar o negar si el feto
padece efectivamente esta anomalía.
Las pruebas de cribado son económicas y fáciles de realizar.
Puesto que no permiten dar una respuesta definitiva a la pregunta de si el bebé
tiene o no el síndrome de Down, se utilizan prioritariamente para ayudar a los
padres a decidir si quieren o no someterse posteriormente a pruebas
diagnósticas.
Las pruebas diagnósticas tienen una precisión de
aproximadamente el 99% para detectar el síndrome de Down y otras anomalías
cromosómicas. No obstante, puesto que se realizan dentro del útero, se asocian
al riesgo de aborto y a otras complicaciones.
Por este motivo, las pruebas diagnósticas (de carácter mucho
más traumático o agresivo que las de cribado) antes solo se solían recomendar a
mujeres de 35 años en adelante, a las parejas con antecedentes familiares de
anomalías congénitas de origen genético o cuando se había obtenido un resultado
anómalo en las pruebas de cribado.
De todos modos, el Colegio Americano de Obstetras (ACOG, por
sus siglas en inglés) ahora recomienda ofrecer a todas las mujeres embarazadas
pruebas de cribado, con la posibilidad de practicarles también pruebas
diagnósticas para detectar el síndrome de Down, independientemente de la edad
que tengan.
Si no está segura de qué prueba, en caso de que deba hacerse
alguna, es la más adecuada para usted, el médico que lleve su embarazo o un
asesor genético podrá ayudarle explicando las ventajas y los inconvenientes de
cada una de ellas.
Entre las pruebas de cribado, se incluyen las
siguientes:
●
Prueba de
la translucencia nucal. Esta prueba, que se realiza entre las semanas 11 y
14 de embarazo, utiliza la ecografía para medir el grosor del pliegue nucal,
ubicado detrás del cuello del feto. (En los bebés con síndrome de Down y otras
anomalías cromosómicas se tiende a acumular fluido en esa parte, lo que hace
que el pliegue sea más grueso.) Esta medida, junto con la edad de la madre y la
edad gestacional del bebé, se puede utilizar para calcular las probabilidades
de que el bebé tenga el síndrome de Down. La prueba de la translucencia nucal
se suele realizar junto con un análisis de la sangre materna.
●
El triple
cribado o el cuádruple cribado (también conocidos por sus nombres
en inglés: "triple screening"
o "quadruple screening").
Estas pruebas miden las cantidades de diversas sustancias en la sangre materna.
Como indica su nombre, el triple cribado analiza tres marcadores, mientras que
el cuádruple cribado incluye un marcador adicional y es más exacto.
Generalmente se practican entre las semanas 15 y 18 de embarazo.
●
Cribado
integrado (también denominado cribado secuencial o screening
integrado). Esta prueba utiliza los resultados del cribado del primer trimestre
(con o sin los resultados de la prueba de la translucencia nucal) junto con los
resultados del cuádruple cribado del segundo trimestre para recoger la
estimación más precisa posible en términos de cribado.
●
Ecografía
de alta precisión. Se realiza una ecografía detallada del feto cuando
tiene de 18 a 20 semanas de edad gestacional, junto con un análisis de la
sangre materna. En esta prueba se determina si el feto presenta los rasgos
físicos asociados al síndrome de Down.
Las pruebas diagnósticas incluyen:
●
Muestreo de
vellosidades coriónicas. El muestreo de vellosidades coriónicas consiste en
extraer una parte minúscula de la placenta, a través del cuello uterino o
mediante una aguja que se introduce en el abdomen. La ventaja de esta prueba es
que se puede practicar durante el primer trimestre de embarazo, típicamente
entre las semanas 10 y 12. La desventaja es que se asocia a un riego
ligeramente superior de aborto que la amniocentesis y presenta otras
complicaciones.
●
Amniocentesis. Esta
prueba, que se realiza entre las semanas 15 y 20 de embarazo, consiste en
extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico a través de una aguja que se
introduce en el abdomen. Las células fetales extraídas se analizan para
detectar posibles anomalías cromosómicas. La amniocentesis se asocia a un
riesgo reducido de complicaciones, como el parto prematuro y el aborto.
●
Muestreo
percutáneo de sangre umbilical. Habitualmente se realiza a partir
de la semana 18 de embarazo. En esta prueba se utiliza una aguja para extraer
una pequeña muestra de sangre del cordón umbilical. Se asocia a riesgos
similares a los de la amniocentesis.
Después del nacimiento, si el pediatra sospecha que un bebé
puede tener el síndrome de Down basándose en sus rasgos físicos, solicitará que
le hagan un cariotipo (el conjunto de los cromosomas del bebé agrupados por
tamaño, número y forma) a partir de una muestra de sangre o de otro tejido,
para verificar el diagnóstico.
¿QUÉ ORIGINA EL SD?
Los rasgos físicos y los problemas médicos asociados al síndrome de Down varían considerablemente de un niño a otro. Mientras que algunos niños con síndrome de Down necesitan mucha atención medica, otros llevan vidas sanas.
A pesar de que el síndrome de Down no se puede prevenir, se puede detectar antes del nacimiento. Los problemas de salud que pueden acompañar a este síndrome tienen tratamiento y hay muchos recursos, disponibles para ayudar tanto a los niños afectados por esta anomalía como a sus familias.
El síndrome de Down, también conocido como trisonomía 21, es una anomalía donde un material genético sobrante provoca retrasos en la forma en que se desarrolla un niño, tanto mental como físicamente.
Normalmente, en el momento de la concepción, un bebé hereda información genética de sus padres en la forma de 46 cromosomas: 23 de la madre y 23 del padre. Sin embargo, en la mayoría de los casos de síndrome de Down el niño hereda un cromosoma de más, el nº 21, teniendo un total de 47 cromosomas en vez de 46. Es este material genético de más el que provoca los rasgos físicos y los retrasos evolutivos asociadas al SD
Se conocen 3 formas de trisonomía 21 como:
*Trisonomía 21
Libre o Regular (se debe a una falla en la separación de los cromosomas
durante la división celular del óvulo o espermatozoide. El 95% de las personas
con SD tienen este tipo),
*Trisonomía 21 Mosaico (algunas células de la
persona son normales mientras las otras presentan la trisonomía. Corresponde al
1% de las personas) y
*Trisonomía 21 por Translocación (desplazamiento y
adhesión de una parte o de todo un cromosoma a otro: significa que el cromosoma
21 en lugar de encontrarse libre se adhiere a otro cromosoma, generalmente al
número 14, por lo que se denomina translocación 14/21. Esta modalidad es
hereditaria cuando los padres son portadores de la translocación y está
presente en 3 a 4% de la población con SD).
A pesar de que no se sabe con seguridad por qué ocurre el
síndrome de Down y no hay ninguna forma de prevenir el error cromosómico que lo
provoca, los científicos saben que las mujeres mayores de 35 años tienen un
riesgo significativamente superior de tener un niño que presente esta anomalía.
Por ejemplo, con 30 años, una mujer tiene aproximadamente 1 probabilidad entre
1.000 de concebir un hijo con síndrome de Down.
Esta probabilidad crece a 1
entre 400 a los 35 años y a 1 entre 100 a los 40.
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